A menudo pensamos que el ser humano es la maquina más eficaz a la hora de revisar un trabajo y corregir sus errores. Hasta ahora, siempre ha sido así, pues no conocíamos otro método de mayor precisión que nuestras propias capacidades. No obstante, el mundo está cambiando, y con él también cambian los procesos que se llevan a cabo para determinados trabajos profesionales. Con la llegada de las nuevas tecnologías, el ser humano ha tomado un papel secundario en muchos de estos procesos, ya que la invención de algunos artefactos ha permitido alcanzar una mejora que años atrás nos resultaba inalcanzable.
La traducción asistida se lleva a cabo mediante un proceso por el cual un software de alta generación realiza una traducción de un texto para producir un nuevo documento sin la intervención de un ser humano. Una vez realizada esta traducción, es necesario revisarla para corregir sus errores. Esta tarea se denomina post-edición, y es llevada a cabo por un traductor humano. El trabajo consiste en hacer modificaciones en el producto del software que habitualmente contiene algunos errores. A través de este proceso, finalmente se consigue una traducción precisa.
El proceso de post-edición es un proceso delicado, del cual depende la calidad del texto, y por eso siempre se ha dejado en manos del traductor, que hasta ahora ha sido la solución más eficiente. Pero hoy en día, el desarrollo de la tecnología nos ha traído a nuestros tiempos utensilios y herramientas muy capaces y seguras, que ponen en riesgo el papel del traductor en el proceso de post-edición. Estas herramientas, o mejor dicho softwares de traducción, han alcanzado un punto de inflexión, por el cual se consigue no solo realizar una traducción esencial, como sería una traducción sin post-edición, sino también una traducción de calidad y automática. Todo apunta a que la labor del traductor en la post-edición cada vez está decreciendo en rentabilidad, pues a pesar de que su resultado es muy fiable, el tiempo necesario para conseguirlo se extiende demasiado. Esto quiere decir que la tecnología comienza a sobrepasar el límite humano, llegando a realizar algunos procesos profesionales de manera más óptima que un ser humano. Estamos hablando de la post-edición. Uno de los softwares que está emergiendo y que mejor se adapta a esta descripción es Argos TS; concebido para realizar una traducción automática, eficaz, precisa y humana.
No obstante, el cambio siempre conlleva cierto temor en las mentes pensantes más tradicionales o indispuestas. Es por esto, que muchas empresas y particulares no se atreven a realizar un proceso de post-edición que esté salvaguardado por una máquina. El pensamiento más común consiste en creer que un programa informático no es capaz de realizar una labor como ésta mejor que el propio traductor. Pero si tenemos en cuenta que dicho programa informático ha sido creado y revisado por una persona, esta teoría pierde toda su credibilidad. Las tecnologías que nos rodean y que nos rodearán son una invención humana capaz de superar muchas de las habilidades de las personas, pues para eso mismo han sido creadas. Es por esta razón que irremediablemente deberemos acudir a las herramientas previamente mencionadas, sobre todo cuando nuestro tiempo sea limitado y nuestro esfuerzo no consiga alcanzar los objetivos señalados.